Crecí en los años 80’s donde a las seis de la tarde ya había terminado mis tareas escolares y podía tranquilamente ponerme a ver el Chavo del 8 en la televisión. Años más tarde en mis 3 años de diversificado, la carrera de secretariado bilingüe fue muy laboriosa, no terminaban las tareas y hasta fin de semana teníamos que hacer un montón de páginas de taquigrafía, mecanografía, inglés y muchas cosas. Desde entonces aprendí a llevar agenda y dedicar el mayor tiempo a mis estudios, la niñez tranquila había terminado. Empezó la era tecnológica, el tráfico y la vida adulta.
En mi segundo trabajo me entrené como secretaria de cuentas nuevas en una agencia bancaria con muchísimo movimiento. Justo inicié en el mes de diciembre, tenía dos compañeras secretarias (a quienes extraño mucho) y una chica algo eléctrica que se estaba entrenando para la agencia de Gualán. Todavía se abrían cuentas y se hacían los cheques de caja en máquina de escribir eléctrica, afortunadamente siempre fue mi fuerte. Pero con tanta gente que hasta cola se hacía, no tenían tiempo de explicarme y yo brincaba de lugar en lugar preguntando ¿Cómo se hacía cada procedimiento? Entonces entendí lo que significaba la palabra “Estrés”, lo viví en carme propia.
Años más tarde, en mi tercer trabajo tuve un jefe un tanto “neurótico”, no era tanto el trabajo, pero sí la presión que él emanaba a todos los del equipo. En esos años me tuvieron que quitar la vesícula, y le agrego que estaba en mis últimos años de universidad con una carga enorme de tareas, y el novio de “turno”, me causaba también mucho estrés.
Tuvo que pasar todo un año desde que renuncié y me graduara de la universidad para tratar de calmarme un poco, mi sistema nervioso estaba alterado, había subido de peso y tenía mucha ansiedad.
Han pasado ya casi 15 años desde entonces y he tenido mucho tiempo para reflexionar, relajarme y cambiar de actividades.
Desde hace varios meses he estado leyendo libros sobre el estrés, para fortalecer mi taller de “manejo del estrés y mandalas”, justo hoy estoy iniciando otro libro más y me pareció que era importante escribir algo al respecto.
El estrés se lleva nuestra vida, aquél estrés que nos causa ansiedad, enfermedades y tormento.
La situación actual, el encierro, los niños en casa, el cambio de actividades, y todo lo que cada quién está viviendo desde el año pasado, con seguridad ha sido causa de mayor estrés. Eso de estar todos en la casa todos los días ya no es tan agradable como al principio quizás.
Afortunadamente tengo la suerte de vivir solo con adultos; solo de escuchar gritos de niños cuando alguien habla por el micrófono del ZOOM, se me pone la “carne de gallina”.
En fin, gracias por haber leído hasta acá y la idea es que reflexionemos un poco y busquemos alternativas para poder relajarnos un poco ante la vida “moderna” que nos exige “sacar más tiempo de donde no hay”, pues muchos quizás quisiéramos que el día tuviera más horas, igual que la noche, pero el tiempo ya no alcanza diría mi abuelita.
Así que propongamos todos en los comentarios, qué podemos hacer para relajarnos un poco, yo de primera mano les aconsejo algunas alternativas:
1- BUSCAR ESPACIOS DE NATURALEZA: Quizás vivimos en un apartamento o una casa pequeña y no tenemos un jardín, por ejemplo. Entonces tomando las precauciones del caso, podemos salir a caminar y buscar el parque más cercano y disfrutar un momento de los árboles, de las plantas, del canto de las aves. Importante: no te lleves tu teléfono, date un tiempo para ti, pensar, reflexionar y es un buen espacio para crear, nuestra mente trabaja mejor en momentos de calma.
2- QUITA LAS NOTIIFICACIONES DE TU CELULAR: No es necesario estar escuchando el “bip” cada vez que alguien te contesta un comentario o te manda un correo. A menos que sea importante para tu trabajo estar pendiente de las redes. Pero trata de silenciarlo de vez en cuando, incluso por las noches, a la hora de la comida o cuando platicas con alguien más, no sé, piénsalo.
3- ACTIVIDADES ARTÍSTICAS: las clases de arte, o que practiques un arte es una buena terapia para combatir el estrés, pintar, escribir, cantar, tocar un instrumento, busca lo que más te guste. Yo te recomiendo pintar mandalas y escribir.
4- HACER MEDITACIÓN: Si no eres fan de la meditación o no sabes cómo hacerlo, te recomiendo buscar en YOUTUBE meditaciones guiadas y que las hagas con el celular silenciado, con audífonos a una hora en donde sepas que nadie te va a interrumpir, puede ser ya muy noche o muy temprano antes de levantarte. Te recomiendo el canal de Susana Manjul, son mis meditaciones favoritas.
5- HACER EJERCICIO: para muchas personas el ejercicio es su pan de cada día, salir a caminar, hacer zumba o danza árabe por ejemplo, busca lo que más te guste, videos hay un montón.
Alternativas hay muchas, sugiere las tuyas, lo importante es que hagamos algo antes de que sea demasiado tarde y estemos en un hospital anhelando salir a comernos un helado.
Ánimo que la vida es para disfrutarla, vivir el presente y dejar que todo fluya ¿verdad?
Por: Claudia Bermúdez Wilhelm (Armonía)
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