top of page

Quisiera haber sido una vampira




Durante ciertos episodios de mi vida lo quisiera ser. Aunque adoro vestirme de negro, ver programas de caza fantasmas y casas embrujadas y me encanta seguir escuchando a Evanescence, adoro ese estilo gótico y rebelde, fotos de castillos antiguos y todo el escenario fantasmagórico y de terror, de alguna manera me gusta. También me enamoré con toda la saga de películas de Crepúsculo y Edward Cullen fue mi Crush por una temporada. Pero no es literal, es simplemente una analogía.

Claro, ante una ruptura amorosa o un cambio de rumbo también quisiera haber sido una chica vampiro, inclusive he escrito poemas tristes y de corazones sangrando y todo ese contexto.

Desde que recuerdo, sin previo aviso aparece ese dolor tan fuerte que quisiera ahogarme en lo profundo del mar, de niña me daba bien gritar hasta que las manos de mi mamá me calmaban esa ansiedad de seguir llorando y gritando.

En la adolescencia fue peor, cada mes después de la visita de Andrés, esos malestares tan tremendos y los dolores tan fuertes me hacían nuevamente querer desaparecer, más la revolución hormonal de la edad, era fácil caer en tristezas tan profundas y enojos tan explosivos que por momentos olvidaba ¿quién era? y solo quería dormir.

“Cuando te casés, se te va quitar” me decía mi tía Olga cada vez que solía quejarme, aunque preocupada me pagó exámenes médicos en la adolescencia, electro encéfalo gramas, médico y medicamentos, pero la situación no mejoró.

En la juventud con la presión del trabajo, lo estudios universitarios y el novio que requería atención, se puso peor la cosa, no recuerdo cuántas veces falté al trabajo, cuántas veces me tocó regresarme en bus a mi casa con ese malestar tan desesperante que solo quería tirarme de cabeza por un puente o quizás ahogarme en una piscina para que todo terminara.

Pero sí, esa era mi esperanza, que en algún momento ese dolor infernal terminaría. Y en efecto, a veces pasaban dos o tres días, a veces una semana, pero al final, ese dolor pasaba.

Mi hicieron tomografías en la cabeza, más exámenes, me quitaron la vesícula, me dieron fármacos tan fuertes que a veces parecía un zombi, y de verdad no me gustaba porque tenía mucho que estudiar, tenía mucho que hacer, pasaban unos días y ¡pum! Un olor, un ruido, una comida y era el detonante perfecto para querer ser de nuevo vampiro.

Estuviera donde estuviera, solo quería correr y meterme en mi habitación oscura, fría, hasta quitar el reloj porque ese tic tac me fastidiaba, no sentir ningún aroma, nada, simplemente tomar pastillas, ponerme hielo en la cabeza y dormir, claro, después de haber devuelto el estómago así tuviera solo agua en él.

En esos episodios solo daba gracias antes a Dios, luego dejé de creer que existía y daba gracias al universo por no tener hijos que cuidar, ni marido para atender, con ese dolor no estaba para nadie.

Y así se me ha pasado la vida, con miedo de viajar a lugares muy fríos o muy cálidos, de comer ciertas cosas, de beber alcohol o de tener planes y proyectos comprometedores, porque no se en qué momento me puede dar ese terrorífico dolor, sin previo aviso, solo ¡pun! Y ya te jodiste por varios días.

Si, he querido ser vampira y vivir en un calabozo oscuro, con la luz de una vela, quizás en un sarcófago como en las películas del Conde Drácula, si, en esos momentos donde la migraña de adueña de mis sentidos y me olvido por momentos que yo estoy allí.

Por eso soy muy anticipada a mis compromisos y me gusta tener todo listo días antes porque no se en qué momento no voy a poder hacer nada, por ejemplo, con mi trabajo de talleres.

Pero la esperanza es que al final, el dolor siempre pasa, aunque sea uno o dos días. Estoy en un tratamiento de regeneración celular (por si alguien quiere le paso el contacto de mi amiga y terapeuta), me ha ayudado, pero sigo con ello.

Entonces amigas, ante cualquier padecimiento, tenemos que cuidarnos y consentirnos, pero recordar que al final, no hay mal que dure 100 años como dice el refrán así que gracias por leerme, abrazos y nos seguimos viendo.

¡Armonía!




23 visualizaciones1 comentario

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page