OBJETIVO: Mantener nuestra mente ocupada en actividades positivas y que nos ayuden en nuestro crecimiento personal, voluntariamente y sin costo alguno.
Desde marzo del 2020 cuando nos encerraron por la pandemia, muchas emociones se revolvieron por así decirlo (algunas todavía siguen causando estragos en nuestra mente y nuestro corazón), pero no quiero profundizar en ello, lo dejaré para otra publicación. Me refiero a que de un momento a otro cambiaron nuestras rutinas y nuestras actividades tomaron otro rumbo.
Yo tenía mi agenda llena de talleres (presenciales) y actividades con mi voluntariado en el Jardín Botánico y Biblioteca César Brañas, y de pronto, ya nada, encerrada en casa, salir solo al mercado y listo.
Pues entonces (antes de iniciar los talleres de forma virtual varios meses después) se me ocurrió abrir un grupo de Whatsapp y convocar gente por medio de mis redes para empezar a escribir ejercicios de “escritura terapéutica”, cuentos, poemas o lo que fuera.
Al principio el grupo creció a casi 80 personas, pero me di cuenta que solo como 20 estaban participando con sus textos. Algunas personas se molestaron pues pensaron que el resto que solo estaban de “observadores” les podrían “robar” sus textos y empezaron los conflictos. Por un mes estuve moderando el grupo hasta que una persona empezó a “insultar” y allí si ya me enojé y de un sopetón, bloqueé a la persona conflictiva (quién me maltratara inmediatamente por Messenger) y los participantes empezaron a darse de baja del grupo molestos. Finalmente decidí cerrar el grupo, estuvimos escribiendo como por un mes.
Pero con lo inquieta que soy, no pude quedarme cruzada de brazos y tenía un libro que desde hacía mucho tiempo lo había dejado pendiente de leer. La Magia de Rhonda Byrne, con 28 ejercicios de gratitud, y me pareció una excelente idea para trabajarlo. Con la mala experiencia por Whatsapp, opté entonces por abrir un grupo de Facebook y empezarlo a trabajar allí. Posteriormente gracias a esos ejercicios nacería mi taller de “Mi Diario de Gratitud”.
Al iniciar éste año, se me ocurrió organizar un reto de AMOR PROPIO en el grupo de Mujeres y participaron como 20 amigas, (de las 2000 que hay en el grupo) pero bueno, “muchas las llamadas, pero pocas las elegidas” dicen por allí. Y pues gustó tanto que hasta una chica ya me lo estaba copiando en otra página (ese reto fue de mi autoría).
Total para no hacerles muy largo éste texto, durante el año hemos trabajando otros retos de afirmaciones positivas con mandalas, continuamos con gratitud y amor propio, otro de pensamiento positivo, y actualmente estamos terminando el reto del espejo y vamos casi iniciando con el de abundancia.
Por lo que participar es muy sencillo, averiguas qué reto estamos trabajando y te unes al grupo de Facebook que corresponda y ánimo, manos a la obra, les ofrezco los libros si así fuera el caso y programo los ejercicios. Para llevar constancia de tu participación subes una foto de tu trabajo y lo compartes en la publicación que corresponda. De esa forma al terminar el reto (pues tiene fecha de caducidad) reviso quiénes participaron y los he premiado con alguno de mis talleres gratuitos. De todas formas en cada grupo están las instrucciones detalladas en “comunicados” solo hay que leer sin pereza.
¡GENIAL IDEA ¿VERDAD?! Pero se necesita constancia y perseverancia, algunas veces inician 25 personas y terminan 5, no entiendo eso pero bueno…. ¡cada quién!, el que quiere aprender y trabajar en sí misma, adelante, y quién no, pues que siga procrastinando.
Abrazos de la Armonía y nos vemos en el último reto del año que será de escritura terapéutica iniciando en noviembre. ¡Gracias por leerme!
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